Llega la temporada estival y con ella las giras veraniegas. Las hirvientes carreteras soleadas aguardan las idas y venidas de bandas que recorren medio mundo tocando aquí y allá en busca de éxito y reconocimiento o, simplemente, de diversión. Si tú formas parte de alguna de esas bandas y estás a punto de meter el bañador y la púa o las baquetas en la maleta y lanzarte a la jungla de asfalto, deja que te de algunos consejos para tu gira veraniega antes de embarcarte. Te serán útiles para sobrevivir al viaje.
1. Prepara tu repertorio más enérgico
Verano, vacaciones, Sol, playa, piscina, cerveza fría, Gin Tonics y mojitos. Todo, amigas y amigos, todo invita al jolgorio. La gente quiere fiestas dionisíacas, evasión, baile y éxtasis, placer al fin, sin más. Por eso, guarda tu repertorio más lacrimógeno y letárgico para el invierno. Si tu obra es profunda y trascendente, no hay problema, tu estación no es el verano, aprovecha para componer o para grabar. El verano no es de Jeff Buckley, es de los Beach Boys.
2. No a los garitos en grandes ciudades
Están vacíos. La gente se ha evaporado. Están lejos de la urbe, en playas abarrotadas, calas idílicas o frescas montañas. Los que se han quedado en la ciudad están atrincherados en sus casas con la cabeza incrustada entre las astas de un ventilador. En cualquier sitio que no sea un antro de rock de gran ciudad. Evita tocar en ellos.
3. No contraprogramar fiestas patronales
Si crees que puedes vencer a la tradición, que puedes destruir años de construcción de un imaginario colectivo que ha arraigado más que el futbol los domingos, es que deliras. Corre a un ambulatorio para que te traten urgentemente, allí tendrás más público que en un concierto que contraprograme unas fiestas patronales.
4. Hazte con una furgoneta (con aire acondicionado)
Viajar en verano bajo el Sol es incómodo, muy incómodo. Si además lo haces en un coche repleto de instrumentos y sin aire acondicionado, serás como un pollo agonizante en un microondas viejo. Necesitas una furgoneta amplia y confortable, con aire acondicionado, que liquidará tu voz. Bebe mucha agua y acostúmbrate, la alternativa es siempre peor.
5. Sin presupuesto, evita sets mastodónticos
Si eres de The Rolling Stones no estás leyendo este artículo, así que no viajas en jet privado mientras tu backline viaja en trailers hasta tu próximo destino. Tu backline viaja contigo, de hecho viaja clavado a tu cuello o sobre tus muslos en el mejor de los casos. Por eso, debes evitar los sets mastodónticos para tus conciertos veraniegos. Montar y desmontar bajo el Sol abrasador y el calor veraniego es una tortura que no se la deseo al peor de mis enemigos, así que coge solo el material imprescindible para hacer un gran concierto, con poco se puede hacer mucho.
6. Vestuario fino, finísimo
Una vez tuve el placer de conocer a un ilustre músico cuyo sastre era el mismo que vestía a Bob Dylan. Este músico me contó que una vez acudió al taller del sastre a recoger unas prendas. Al llegar, encontró al sastre preparando el envío del último pedido que el genio de Duluth le había encargado. El músico suplicó poder ver esas prendas. El sastre se las mostró. Todos eran trajes increíblemente finos y ligeros, sin forro. Dylan padece terribles dolores de espalda que le impiden cargar peso. Pese a ello, si Dylan viste ligero el resto de mortales pueden vestir ligero y mantener la clase. Contad esta historia cuando os critiquen haber dejado el cuero en el armario.
7. Toallas en los escenarios
Una vez me acordé de prepararme una toalla en el escenario, el resto de ocasiones en las que he tocado en un escenario veraniego la olvidé y me arrepentí profundamente durante todo el bolo. Verás a tu bajista secándose y te sentirás la persona más estúpida del globo mientras el sudor empaña tus ojos y empapa tus ropas. Una toalla en verano es más importante que tu instrumento, ella seca tu sudor, el otro te hace sudar, así que la cosa es obvia, la toalla es mejor, utilízala.